jueves, 26 de febrero de 2009

Claroscuro


Este día, tan nocturno me entrega con sus alas un simple sentimiento.
Con la vida se me ha ido la vida y con la llegada de los días
ha aparecido como en secreto, la soledad.

En este día de soles tristes he decidido fingir,
envolverme entre mis sábanas y refugiarme en un llanto silencioso
que golpea, me ata, y así me dice a gritos: ¡SOLEDAD!

En este día ya no hay cielo claro ni azul, hay eso que llaman
nubes llenas de agua, agua gris y pobre de claridad
que hoy cae sobre mi hombro, no hay quien me cuide de ella.

Miles de aves vuelan sobre mi cabeza, en bandadas eternas,
las miro y con angustia, desearía tan eterna compañía
alas que me abracen y vuelen sin perderme de vista.

Alas cálidas, que me lleven desde este mundo
hasta ese cielo tan profundo y ya no tenga que mirar desde abajo
y sobre una nube pueda descansar dormida entre sus brazos.

Pero que mas da, soy un árbol con raíces incrustadas en el fuego
y mis alas están encarceladas a la vida pasada, sin libertad
y aunque la solución sea escapar de mi misma, hoy, hoy hay soledad.

¿Quien apagaría este fuego?¿Quién rompería las cadenas?
¿quién me liberaría de esta vida y con un abrazo
me elevaría hasta lo mas profundo del cielo?

Hoy no existe ese cielo, hoy no puedo volar,
no hay abrazo, ni agua, ni voces, ni color.
Queda el silencio de mis tormentos en todo este triste silencio.

No hay comentarios: